El Superb es el primer ŠKODA que incluye un freno de mano electrónico. La nueva tecnología no solo crea más espacio entre los asientos delanteros sino que aumenta la seguridad y el confort. Equipado con la función de retención automática, el freno impide que el vehículo se desplace involuntariamente cuando se encuentra en punto muerto o al arrancar, sin que el conductor tenga que aplicar el freno.