¿Contamina más un coche eléctrico o de gasolina?

¿De verdad los vehículos eléctricos son tan verdes como nos cuentan? Estamos sumergidos en plena revolución de la movilidad sostenible y elegir entre un coche eléctrico o uno de gasolina parece una decisión sencilla: de un lado tenemos un vehículo cero emisiones; del otro, representa un pasado contaminante.

Sin embargo, ¿qué ocurre cuando miramos más allá del tubo de escape? Lo cierto es que la realidad es algo más compleja de lo que puedes imaginar.

Desde la extracción de las materias primas hasta el reciclaje final, cada uno de los vehículos esconde una huella ambiental que no siempre es visible a primera vista.

En Skoda Canarias nos sumamos al debate y hoy te traemos este análisis sobre qué contamina más, un coche eléctrico o de gasolina.

Emisiones: ¿Quién gana la contienda?

Si hablamos de emisiones directas, la diferencia es clara: los vehículos eléctricos no emiten CO₂ ni contaminantes locales durante su uso, mientras que los coches de gasolina sí que lo hacen.

Por lo tanto, el coche eléctrico se convierte en la opción más viable para reducir la contaminación en ciudades y mejorar la calidad del aire de los habitantes. No obstante, se trata de una ventaja que depende en mayor medida de la fuente de electricidad utilizada para la carga de las baterías.

En este sentido, si la electricidad que se genera es a partir de fuentes como el carbón o el petróleo, el impacto ambiental estará más presente, aunque eso sí, de una forma menos directa. Si, por el contrario, la energía se genera a partir de fuentes renovables, el impacto durante la carga será mayor.

El papel del mix energético: ¿De dónde proviene la electricidad?

¿Hay que dejar de pensar que los coches eléctricos son 100% sostenibles? La electricidad que alimenta los coches eléctricos puede provenir de diversas fuentes o de combustibles fósiles.

En países donde la energía en su mayoría es renovable, la huella de carbono de los coches eléctricos se reduce considerablemente. En cambio, en lugares cuyo mix energético sigue dependiendo del carbón o el gas, las emisiones indirectas pueden ser considerables.

En España, la transición hacia energías limpias ha dado comienzo, pero el impacto varía según la zona y el momento.

En Canarias, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea NextGenerationEU se quiere conseguir también una reducción de la emisión de Gases de Efecto Invernadero. Estas acciones estarán en desarrollo junto con las directrices que se establezcan en la Estrategia Canaria de Acción Climática.

Se espera que para 2030 y gracias al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, se llegue al objetivo de que el 42% de la generación de electricidad se genere a partir de fuentes renovables. A colación con este plan, para 2050 y en el marco de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética 2021, se quiere alcanzar el objetivo de un 100% en la obtención de electricidad a partir de fuentes renovables.

¿Seguimos con el debate? Veamos a continuación como es el proceso de obtención de materias primas y fabricación de los coches eléctricos.

Obtención de materias primas: el lado oculto de la sostenibilidad

La fabricación de coches eléctricos requiere grandes cantidades de litio, cobalto, níquel y tierras raras para las baterías. La extracción de estos materiales puede generar impactos ambientales y sociales considerables, desde la contaminación de acuíferos hasta conflictos laborales en países productores.

Por su parte, los coches de gasolina dependen del acero, aluminio y, por supuesto, del petróleo, cuyo proceso de extracción y refinado también deja una huella ambiental importante.

Fabricación y ensamblaje: ¿qué coche deja mayor huella?

Producir un coche eléctrico suele implicar más emisiones que fabricar uno de gasolina, principalmente por la batería. La huella de carbono que deja es menos significativa que la que dejan los coches de gasolina.

No obstante, para que el proceso sea completamente cero emisiones, hay que vigilar también su fabricación y reciclaje posterior.

Sin embargo, esta diferencia se compensa a lo largo de la vida útil del vehículo, especialmente si la electricidad utilizada para recargarlo es limpia. Además, los avances tecnológicos están reduciendo el impacto de la fabricación de baterías año tras año.

Transporte y distribución: la huella del viaje hasta el concesionario

El transporte de componentes y vehículos terminados también suma emisiones al balance total en ambos vehículos. En el caso de los coches eléctricos, muchas baterías se fabrican en Asia y se transportan a Europa, lo que incrementa la huella de carbono. Los coches de gasolina, aunque suelen tener cadenas de suministro más consolidadas, tampoco están exentos de este impacto.

Fin de vida útil: ¿Qué pasa cuando el coche deja de rodar?

El reciclaje de baterías es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los coches eléctricos.

Desde la Agencia Europea del Medio Ambiente se asegura que a más kilómetros recorridos por el coche eléctrico, menos será su impacto medioambiental, pero también hay que tener en cuenta que cuando un vehículo eléctrico llega al final de su vida útil, sus componentes vitales pueden reciclarse, incluida la batería.

En este sentido, las baterías pueden tener una segunda vida y convertirse en un depósito para almacenar energía procedente de fuentes renovables

Por otro lado, los coches de gasolina cuentan con sistemas de reciclaje más consolidados, aunque los residuos peligrosos (aceites, líquidos, metales pesados) siguen siendo un problema.

¿Contamina más un coche eléctrico o de gasolina?

La respuesta no es sencilla ni absoluta. Si solo miramos las emisiones durante la conducción, el coche eléctrico es bastante superior.

Pero si nos paramos a analizar todo el ciclo de vida —desde la extracción de materias primas hasta el reciclaje final—; la diferencia se reduce, aunque sigue siendo favorable al eléctrico en la mayoría de escenarios, especialmente a medida que la energía eléctrica se vuelve más limpia y el reciclaje de baterías mejora.

En definitiva, elegir entre un coche eléctrico o de gasolina implica considerar mucho más que las emisiones en carretera. La clave está en analizar el ciclo de vida completo y el contexto energético local.

Si buscas reducir tu huella ambiental con Škoda Canarias, tenemos nuestra gama de vehículos eléctricos encabezada por el Enyaq, que es, hoy por hoy, la mejor opción, siempre que apuestes por energías renovables y un consumo responsable.

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